Se dice que la salsa “chilindrón” recibe su nombre de un juego de cartas del mismo nombre, muy popular en las tabernas aragonesas. Al final de la partida, el ganador decidía quién pagaría la comida, que consistía en un guiso de carne acompañado de pimientos, tomate, cebolla, ajo y jamón. Así, el plato recibió el nombre del juego y pasó a llamarse también “chilindrón”.
Hoy en día, esta salsa se emplea para acompañar a multitud de carnes distintas, como el cordero y el conejo. Pero nuestra versión favorita se elabora con pollo, ya que la carne queda muy sabrosa y tierna y, además, es una opción económica y saludable.
¿Te animas a probar esta delicia?
Elaboración
- Pelar y cortar las cebollas en dados medianos (mirepoix). Reservar.
- Lavar y cortar los pimientos, retirando las semillas y las partes blancas, en juliana. Reservar.
- Rallar los tomates. Reservar.
- Machacar los dientes de ajo. Reservar.
- Calentar un poco de aceite en una cazuela y dorar el pollo troceado, los ajos y unas hojas de laurel a fuego medio. Salpimentar y reservar.
- En la misma cazuela, pochar las cebollas a fuego medio. Salpimentar.
- Desglasar con el vino blanco y subir el fuego para que se evapore el alcohol.
- Incorporar los pimientos y rehogar durante 4-5 minutos a fuego medio.
- Añadir los tacos de jamón y los tomates. Cocinar durante 6-7 minutos.
- Incorporar el pollo troceado y el caldo. Mezclar y cocer durante 15-20 minutos a fuego medio-bajo.
- Para emplatar, servir el pollo al chilindrón en un plato y salsear bien.