Aunque muchos crean que el ramen es un plato tradicional japonés, en realidad tiene sus orígenes en el “laa-mien” chino. Cuenta la leyenda que Tokugawa Mitsukuni, un señor feudal nipón del siglo XVII, fue el primero en probar la receta preparada por un exiliado chino. La sopa tradicional se enriqueció con jengibre, cebollino y ajo, dando lugar al ramen.
Otros expertos argumentan que, en realidad, los orígenes deben situarse a finales del siglo XIX, cuando Japón abrió sus fronteras y recibió a muchos inmigrantes chinos. Estos popularizaron los puestos de comida callejera donde se vendían fideos, y los japoneses adoptaron la costumbre por tratarse de un plato saludable, económico y muy sabroso.
Sea como sea, este ramen de pollo y setas es una bomba de sabor gracias a sus múltiples ingredientes: la salsa de soja, el miso, el pollo, las setas shiitake, la col china, las algas nori… Una vez pruebes este ramen casero, ¡no querrás volver a su variante precocinada!
A continuación te dejamos todos los pasos para preparar esta receta. Y, en nuestro Instagram, encontrarás la versión en vídeo. ¡A disfrutar!
Elaboración
- Cortar la cebolleta y la zanahoria en rodajas, y las setas y la col en juliana. Rallar el jengibre.
- Macerar las pechugas de pollo en un bol con 30 ml de salsa de soja, 15 ml de aceite y una pizca de cayena (al gusto) durante 30 minutos en la nevera.
- Cocinar las pechugas de pollo durante 2-3 minutos a fuego fuerte por cada lado. Tapar, bajar el fuego y cocinar durante 10 minutos más. Reposar unos minutos fuera del fuego y cortar en rodajas medianas.
- Hervir el huevo en un cazo durante 6-7 minutos a fuego medio. Enfriar, pelar y cortar por la mitad.
- Hervir en una olla el caldo de pollo con el jengibre, la salsa de soja restante y el vino blanco dulce durante 10 minutos.
- Incorporar los fideos noodles y las verduras. Cocer durante 4-5 minutos a fuego medio.
- Apartar del fuego y añadir el miso disuelto en agua tibia y las setas. Mezclar bien.
- Para emplatar, servir el ramen de miso en un bol hondo y colocar unas rodajas de pollo y un trozo de huevo. Espolvorear un poco de sésamo negro por encima y ¡a disfrutar bien caliente!